De Sindicatos y Prostitución.

El feminismo es un movimiento que tiene como objetivo la liberación de las mujeres, donde los derechos colectivos no deben entrar en conflicto con individualismos. Desde Rebelión Feminista hemos hablado múltiples veces sobre la importancia de la interseccionalidad y el tener en cuenta las necesidades especiales de cada grupo de mujeres (racializadas, LBT, discapacitadas, etc). Creemos que es necesario escucharnos, pero sobre todo, llegar al punto común que nos beneficie a todas.
En los tiempos actuales, no son pocas las veces en las que se nos presenta como empoderamiento nuestra cosificación y explotación, tanto sexual como reproductiva. Bajo el falso mensaje de “libertad para decidir sobre nuestros cuerpos” lo que al patriarcado y capitalismo les beneficia, tiñendo de morado nuestras opresiones.

El Sindicato OTRAS.

Para los no lo conozcan, es una organización de trabajadoras sexuales, que en teoría luchan por sus derechos laborales. Quienes lo defienden, manifiestan que hay que distinguir entre la prostitución forzosa y la voluntaria. Sin embargo, basta con analizarlo detenidamente para percatarse de la peligrosa trampa que conlleva: según las leyes sindicales, un sindicato solo se compone de trabajadores por cuenta ajena o aquellos por cuenta propia que no tengan trabajadores a su servicio, de una empresa legal y legítima. Si se reconoce a las mujeres prostituidas como trabajadoras, se reconoce también como legal a la empresa que las contrata para lucrarse, por lo tanto se valida y se legaliza al proxenetismo.
El proxenetismo es la práctica que consiste en beneficiarse económicamente a costa de explotar sexualmente a las prostituidas. Si a esto se le añade que solo 2 de cada 10 mujeres en España, eligen ejercer la prostitución libremente, ya no estamos hablando de un sindicato que lucha por los derechos de trabajadoras sexuales, sino que garantiza y protege a puteros y proxenetas.
Concha Borrel , secretaria general del mal llamado sindicato OTRAS, es una conocida scort de lujo que vive una realidad muy diferente a las víctimas del sistema prostituyente y, así como las demás principales precursoras de este proyecto, poco o nada podría representar los intereses de éstas. Estas mujeres tienen la libertad de decidir, de elegir si aceptan o se niegan a un putero, putero que ante esa negativa buscará a la víctima de la trata o de la precariedad que no tiene elección. Las que no tienen elección, las precarizadas, las explotadas y las traficadas no son representadas por ese sindicato ni quienes lo componen pueden erigirse como sus portavoces. Estas mujeres, a diferencia de quien pretende ser su portavoz, no suelen cobrar 300 euros la hora, ni son titulares ni administradoras de empresas. Hablamos de lo que podría ser un sindicato amarillo en el que parece estar integrada la patronal, y entre cuyos promotores se encuentran hombres que  nunca han ejercido  la prostitución como Joaquín Pedro Donaire Mateos, y don Joaquín Alonso Marcos.

Borrel, de nombre profesional «Paula Vip», también se erige como presidenta de la organización «Aprosex«, una entidad cuya sede está en Barcelona. Esta asociación tiene como objetivo la regularización de la prostitución y de ella nace el sindicato OTRAS.   Además, en su seno imparte cursos para iniciarse a la prostitución, que trata sobre los inconvenientes de ser prostitutas, marketing y formas de promocionarse, hacienda, seguridad social y trucos sobre sexo . En este último apartado, Borrel, encargada de impartir estos programas afirma: «A nadie le apetece tener sexo todos los días como no le apetece comerse un plato de macarrones cada hora. Por eso les enseñamos a estimularse antes para que no tengan que fingir, para que aprendan a usar su sexualidad y su cuerpo»

Parece asumirse que los deseos de las prostitutas no cuentan y se las enseña a ser un producto de consumo, a pasar sus necesidades por alto. Todo pasa a un segundo plano, a la orden de quien paga. Desde el feminismo hay bastante consenso en que si el sexo (incluso en el ámbito de pareja) no es deseado y está sometido a una coerción como por ejemplo la insistencia o el chantaje emocional, ¿por qué caben tantas dudas cuando estamos hablando de una relación económica en la que quien se prostituye, lo hace obviamente para ganarse el pan? ¿No supone una coerción de tipo económico? Se trata de un discurso nocivo que queda lejos de poner en entredicho los paradigmas de la cultura de la violación, emitido por una persona que, junto a sus compañera de organización y también precursora del sindicato OTRAS Shirley Mc Laren, no ha demostrado especial deferencia por las víctimas de trata, o al menos por aquellas víctimas que se declaran como abolicionistas. Exponemos este caso al haber afectado directamente a una compañera de Rebelión Feminista:

En esta conversación en la que Borrell demuestra una irresponsabilidad y una falta de respeto que la deslegitima como portavoz de las prostitutas y evidencia su nula preocupación por las víctimas del proxenetismo, no se puede obviar el apoyo mediante «Me gusta» a cuentas como la de este declarado putero al que poco o nada parece importarle por el deseo de las prostitutas.

Enlaces a las discusiones. No aparecen todos los tweets debido a que nuestra compañera Artizar ya no está en Twitter. https://twitter.com/holasoybambu/status/995623944416845824
https://twitter.com/holasoybambu/status/996056505584635904

8 de cada 10 mujeres son víctimas de la trata en España.

En España la prostitución se decriminalizó en 1995, y puede ejercerse por voluntad propia pero está prohibida la trata por razones obvias. No está regulada por ninguna ley concreta, y este es el motivo por el que asociaciones y colectivos (algunos incluso dentro del feminismo) consideran que la solución es regular la prostitución. Se pretende con esto garantizar sus derechos y liberar a las prostitutas del estigma.

Sin embargo, los resultados de los países que optaron por esta medida no pueden ser más nefastos. Un ejemplo es Alemania, que en 2002 reguló la prostitución, reconociéndola como un trabajo legal y con derechos laborales a semejanza de cualquier empleo por cuenta ajena: 17 años después, la precariedad y las condiciones infrahumanas se han triplicado. Se estima que 400.000 mujeres ejercen la prostitución en Alemania, convirtiéndose este país en el gran prostíbulo de Europa. El 95% de estas prostituidas son inmigrantes pobres. El mercado está dominado por “megaburdeles” que ofrecen sexo de forma masiva y a un coste muy bajo, donde los turistas son trasladados desde autobuses para consumir esos servicios. La prostitución está tan normalizada, que es prácticamente imposible perseguir a los proxenetas, quienes ahora se presentan como empresarios y hombres de negocio bajo el amparo de la ley.

Los datos indican que la trata en Alemania se ha triplicado desde que se regularizó la Prostitución.

En Holanda, país pionero en regular la prostitución, los resultados no son más alentadores. Cabe añadir que en los países que optaron por esta medida, no se ha terminado con la trata, sino que se estima que ha aumentado hasta un 70%. La regularización lo único que consigue es validar al sistema prostituyente, no libera a las prostituídas del estigma y la precariedad; no garantiza sus derechos sociales. Dificulta aún más la distinción entre la prostitución forzosa y la voluntaria y consigue que proliferen las mafias que trafican con mujeres.

Los datos indican que la prostitución en Holanda, ha aumentado un 70% la trata desde que se regularizó.

Abolicionismo como solución

Desde Rebelión Feminista, ya hemos manifestado nuestra postura abolicionista sobre esta cuestión. Abolicionismo no es sinónimo de prohibicionismo, como afirman muchos regulacionistas. Este modelo, se originó en Suecia en el año 1999 y no persigue ni criminaliza a las prostitutas, sino que multa y penaliza al putero; se basa en la realidad de que sin demanda no habrá oferta. Es un hecho, que prostitución y trata siempre va a ir de la mano, porque el número de mujeres que la ejercen voluntariamente no es equiparable a la demanda. Entendiendo que muchas de esas libres elecciones van motivadas por la necesidad, la precariedad y los pocos recursos. El modelo nórdico contempla que la prostituida siempre es víctima del sistema y propone alternativas y asesoramiento para que ninguna mujer se vea empujada a usar su cuerpo como recurso para salir adelante. Además, persigue y condena a puteros y proxenetas que son los principales beneficiados de la situación de prostitución de estas mujeres, este modelo a pesar de no ser perfecto, es un primer paso de lo que el Abolicionismo busca.

El comercio sexual creció a la vez que se produjo una libre circulación del sistema pornográfico y con el beneplácito de la misma industria de la pornografía. Estos dos males sociales son sintomáticos de la alienación sexual y de la ruptura de las relaciones entre hombres y mujeres en las sociedades capitalistas. Al mismo tiempo, un cierto tipo de proliferación teórica aumentó y consiguió impulsar la resignificación de la prostitución como «industria del sexo», y las prostituidas como «trabajadoras sexuales», dando a entender pero sin especificarlo expresamente, que son igual a cualquier otro trabajador de una industria de servicios. Los principales medios de comunicación publican artículos cada vez más a menudo embelleciendo el “comercio sexual” (de esta manera colaboran en el  reclutamiento de más personas para la prostitución).

Conclusiones

La prostitución no es un trabajo como otro cualquiera, es un negocio cruel del que en su mayor parte solo se enriquecen proxenetas a costa de la esclavitud de seres humanos, donde nunca van a contar los deseos de las prostituídas, incluso las que lo son “por libre elección” y del que ningún sindicato puede representar ni escuchar a las voces que quieren huir de ese infierno.

La prostitución, tras la despenalización, se mantiene como una institución profundamente opresiva que degrada a la mujer a la condición de mercancía; una mecánica de subordinación femenina en el cuerpo de la sociedad capitalista. El auge del sistema prostituyente es lo que nos permite determinar y conocer hasta qué punto ha avanzado la opresión patriarcal y la cosificación de las mujeres en las sociedades capitalistas modernas.
Muchas feministas han condenado la legalización de la prostitución y la pornografía como uno de los problemas más importantes para las mujeres y han desmontado todas estas falsas convicciones que las sostienen, contestándolas una a una con respuestas críticas, muy bien detalladas y fundamentadas.

Bibliografía

Alemania el paraíso de los Megaburdeles

Conxa, profesora de prostitutas: «No es no, incluso si eres puta»

De prostitutas y mujeres prostituidas

Dos hombres y una ‘escort’: quién está detrás del sindicato de trabajadoras sexuales

El modelo nórdico” y la erradicación de la trata de personas con fines de explotación sexual

How Legalizing Prostitution Has Failed

Ocho de cada diez mujeres que ejercen la prostitución en España lo hacen contra su voluntad

“Sex work is work” – The New Zealand Model of Misogyny

Situación de la prostitución en España

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