La desigualdad de género en los videojuegos y el Día del Orgullo Friki

El 25 de mayo se celebra el Día del Orgullo Friki, una fecha en la que la comunidad friki reivindica el valor cultural del cómic, los videojuegos, la ciencia ficción o la fantasía. Esta celebración se inició en España en 2006 y desde entonces se ha extendido por todo el mundo. Sin embargo, no todo es motivo de alegría para los aficionados a estos mundos imaginarios. Existe una realidad que ensombrece esta fiesta y que está presente en toda la sociedad: la desigualdad de género.

Muchas mujeres tenemos gustos considerados frikis y aún así siguen existiendo prejuicios que a menudo nos siguen alejando el ámbito público en estos sectores. Ya sea por las comunidades que se crean en estos sectores, que nos expulsan con todos tipos de violencia. Como por cómo se han planteado las propias tramas de nuestros hobbies que pueden llegar a incomodarnos cuando no han pasado por el filtro violeta que cada vez es más necesario. Todas podemos disfrutar de ocio con transfondo misógino, pero a veces se hace agotador y acabamos huyendo de historias o ambientes que nos hacen saber que no somos bien recibidas.

La desigualdad en cifras

Según un estudio realizado por Nivea junto con Valorant, el 70% de las mujeres mexicanas considera que existen desventajas en el mundo de los videojuegos por cuestiones de género. Las mujeres sienten que las principales barreras que enfrentan son el machismo, la violencia psicológica y la discriminación. Estos obstáculos se manifiestan tanto en el ámbito del consumo como en el de la producción de videojuegos. Por un lado, las mujeres gamers sufren acoso y menosprecio por parte de algunos jugadores masculinos, que cuestionan sus habilidades o les lanzan comentarios machistas. Muchas chicas reciben insultos o incluso se les impide continuar la partida cuando sus compañeros caen en la cuenta de que se enfrentan contra una chica o forman equipo con ellas. Esto genera un ambiente hostil y excluyente que dificulta el disfrute y el desarrollo de las mujeres en este campo.

Las mujeres también encuentran dificultades para trabajar en la industria del videojuego. A pesar de que cada vez hay más jugadoras (el 42% en España según AEVI), su presencia como profesionales es muy escasa (el 18,5% según DEV). Lo cual supone algo completamente incomprensible si no lo explicamos aludiendo directamente al patriarcado y a los prejuicios de los hombres que tienen el poder dentro de la industria. Además, existe una segregación laboral por género, ya que son pocas las mujeres que ocupan puestos ejecutivos o técnicos, mientras que están más representadas en áreas como comercialización o recursos humanos. Incluso aquellas que consiguen ser creadoras de contenido, gamers, desarrolladoras de videojuegos o escritoras, siguen siendo ignoradas. Este hecho demuestra claramente cómo incluso estando dentro del sector no logran ocupar un espacio público significativo en su campo de acción. Seguimos siendo relegadas al ámbito privado y, aunque para los hombres sea cada vez más aceptado ser aficionados a los temas «frikis», para las mujeres sigue siendo tabú revelar que somos jugadoras, otakus o «masters» de juegos de rol. No se nos permite disfrutar de nuestros hobbies y, cuando decidimos traspasar la barrera hacia lo público, nos enfrentamos a cuestionamientos y violencias.

¿A qué se debe esta brecha? Algunos factores que influyen son los estereotipos sociales sobre los roles y las capacidades de hombres y mujeres, la falta de referentes femeninos en el sector y la escasa visibilización del trabajo y los logros de las mujeres. Estos elementos generan un efecto desmotivador y disuasorio para muchas mujeres que podrían estar interesadas en formarse o trabajar en este ámbito. Si nunca has conocido ni admirado a una mujer que hace todo lo que te gustaría hacer, es más probable que pienses que no es para ti. También pueden intersectarse otras cuestiones como la raza, la clase, la orientación sexual o la identidad de género. Cuando hablamos de la falta inherente de accesibilidad en estos sectores, especialmente para las mujeres discas, esto hace que eviten este tipo de entretenimiento, aunque inicialmente puedan estar interesadas. La misoginia nunca está separada del resto de opresiones que nos intersectan y que nos violentan en todas las áreas de nuestra vida. Así nos encontramos con muchas mujeres a las que les encantaría jugar videojuegos, pasar tardes riendo con sus amigues jugando a juegos de rol o ganarle a les mejores jugadores de Magic en una partida. Pero evitan hacerlo porque estos espacios no son seguros para nosotres. Además, las propias historias que se cuentan en estos hobbies no son seguras, ya que no existen, por ejemplo, cartas adaptadas para personas ciegas, mandos asequibles que permitan jugar a personas con movilidad reducida, o historias que no tengan un trasfondo racista, capacitista, machista o LGBTIfóbico. El enfoque inclusivo no es más que el comienzo de este debate en el que los hobbies deben ser espacios seguros para todos, no solo para ellos.

¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación?

  • Sensibilizar a la sociedad sobre el valor y el potencial de las mujeres gamers y desarrolladoras. Cualquier historia mejora cuando tiene en cuenta a toda la sociedad y no solo a una parte de la sociedad que era antiguamente el único objetivo. Ahora vivimos una revolución en torno al feminismo y es hora de que el ocio traspase también la barrera de seguir haciendo sentir a las mujeres que no les pueden gustar las cosas frikis.
  • Apoyar a las iniciativas y asociaciones que impulsan proyectos liderados por mujeres o dirigidos a fomentar su participación e inclusión. Las empresas van a seguir haciendo un pinkwhasing queramos o no, así que mejor asegurarnos de apoyar aquellos proyectos cuya venta al capitalismo apoye la inclusión de todes a la sociedad en la que vivimos.
  • Crear espacios seguros y libres de violencia donde las mujeres puedan expresarse, compartir experiencias y aprender unas de otras. Esto lo podemos hacer todas en cada feria del manga que se haga en nuestras ciudades y en aquellas en las que participemos como organizadoras. Porque cada vez más de estos espacios son organizados por o con mujeres. Creemos charlas interesantes para todes, que piensen en las intersecciones que se dan dentro de todas estas historias ficticias. Hagamos partidas de rol que no permitan las violencias gratuitas e innecesarias hacia compañeras con la excusa de que se ambienta en el medievo. Si puedes incluir dragones, puedes eliminar la misoginia o el racismo de tus historias. Hagamos a todes les jugadores sentirse a gusto en nuestra presencia y no permitamos a otres agredirles.
  • Visibilizar y reconocer el trabajo y los logros de las mujeres en el mundo de los videojuegos. Sin caer en la autocomplacencia, por supuesto. Pero también erradicando de una vez por todas la idea de que si triunfamos es por ser novias de o por haberle hecho algún favor al famoso de turno. Las mujeres triunfamos también por nuestros propios méritos.
  • Fomentar una educación igualitaria que rompa con los estereotipos de género y estimule vocaciones científicas y tecnológicas entre les niñes. Darles opciones a las niñas que ahora están cambiando la sociedad desde los colegios para que el día de mañana revolucionen también las series, videojuegos, juegos de rol y demás ocio friki.

Conclusiones

Las cosas están cambiando. es cierto, desde hace unos cuantos años las mujeres pueden ser dueñas de su ocio. Pero aún así se siguen encontrando muchísimas dificultades para disfrutar sin ser pisoteadas injustamente en estos ámbitos. Seguimos encontrando prejuicios y violencias indeseadas en lugares que deberían ser seguros desde hace mucho tiempo. El mundo friki es todo un ecosistema lleno de ruido y de novedades que ocurren a la velocidad de la luz. Cada vez hay innovaciones que en muchísimos casos nos pertenecen a las mujeres, deberíamos de poder disfrutar de ellas exactamente igual que cualquier hombre. Mientras luchamos también para hacer hueco a las personas Queer que todavía están peleando por ser reconocidas como potenciales jugadores o simplemente como seres humanos en algunos lugares.

El Día del Orgullo Friki es una oportunidad para celebrar nuestra pasión por los videojuegos o por la frikada de turno que te encanta, pero también para reflexionar sobre cómo podemos hacerlos más justos e inclusivos. Las mujeres somos parte esencial e imprescindible del universo friki. No dejemos que nadie nos quite nuestro derecho a jugar, crear y disfrutar.

Bibliografía

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