El estrés post traumatico (TEPT) es una afección muy conocida, todo veterano estadounidense que se precie, la ha padecido al volver de alguna de las guerras creadas por Estados Unidos. Sin embargo, hay otro estrés post traumatico del que no se habla, porque mencionarlo si quiera supondría asumir que la violencia de género o la violencia machista es igualable al trauma que se sufre en la guerra. Sería admitir que muchas tenemos al enemigo en nuestra casa y nuestras camas, y no por qué "sea hombre" si no porque nos pega, nos humilla y nos maltrata.
Violencia de Género y Transtorno de Estrés Post Traumático.
Una de las problemáticas más invisibilizadas respecto a la Violencia de Género no son las cuestiones legales o las mecánicas sociales que llevan a estos casos de violencia, sino las secuelas que esta violencia deja en sus víctimas, tanto en mujeres adultas como en sus hijas e hijos. Una de estas secuelas se ha tratado en múltiples ámbitos violentos como los conflictos bélicos o los secuestros; sin embargo se ha ignorado su impronta dentro de la violencia familiar y, sobretodo, en la violencia de género.